“EL CONTROL DE LA CONSTITUCIONALIDAD Y LA CREACIÓN DE UN TRIBUNAL FEDERAL”

PRELIMINAR Sin duda que la sociedad mexicana ha experimentado en los últimos años transformaciones muy importantes, la transición hacia una vida democrática, o por lo menos la alternancia en el Poder Ejecutivo federal, la creación de instituciones responsables de la organización y vigilancia de las elecciones del país, la trasparencia en los procesos, que la gente crea en los resultados electorales. La revolución en las comunicaciones, la demanda y la exigencia de la sociedad por una mejor impartición de justicia, por el respeto a los derechos humanos, son transformaciones que ha experimentado nuestra sociedad como resultado de una presencia sistemática y más creíble de los medios de información de distinta naturaleza, dan sin duda un nuevo contexto en las relaciones sociales y a una sociedad más exigente. En este contexto, se debate entorno a la vigencia de los mandatos y conceptos establecidos en nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la necesidad de actualización de la misma, o incluso hay quienes se atreven a decir que es necesaria una nueva Constitución, sin embargo, se considera que nuestra Carta Magna tiene vigencia y más bien lo que se requiere es que se cumplan sus mandatos, es por ello que nace la inquietud de revisar la posibilidad de la creación de un Tribunal Constitucional Federal y un Tribunal Constitucional en cada una de las entidades federativas, de esta manera, se disminuyen todos los trámites engorrosos, burocráticos, caros y desgastantes en virtud de la gran cantidad de controversias constitucionales que por su misma naturaleza ocupan una buena parte del tiempo de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cantidad de recursos que se utilizan, que bien podrían potenciar las tareas de este órgano del Estado en la vigencia y el control de la legalidad y el estado de derecho. XI Por esta razón, resulta importante poder aprovechar las facultades que la propia Constitución le otorga a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para cumplir cabalmente con su encomienda de crear organismos dependientes o descentralizados que puedan resolver problemas que se presentan mayormente en el ámbito de las entidades federativas que puedan ser tratados y resueltos en esa instancia en el marco del cumplimiento de las facultades establecidas en los procedimientos delegatorios. Por ejemplo, el caso de la creación del Tribunal Federal Electoral, instancia que se ocupa exclusivamente de resolver todos los conflictos y controversias en materia electoral de competencia federal. Dicha función, antes de la creación de este órgano, era atendida y resuelta por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Esta inquietud que nace no pretende despojar a la Suprema Corte de facultades ni de intervenir, sino más bien, de disponer de un instrumento facultado para resolver y dirimir controversias y conflictos que regularmente saturan de actividades a la Corte. Con esta propuesta se liberaría a la Suprema Corte de una carga de trabajo, se evitaría la saturación de actividades y le permitiría cumplir de manera más eficiente con sus funciones principales, como lo son el cumplimiento del estado de derecho, vigilar cumplimiento de legalidad, asuntos de carácter administrativo y judicial ordinario. Este nuevo Tribunal Constitucional Federal se convertiría en una institución de apoyo con prestigio y la solvencia moral suficiente que la sociedad demanda. Bajo esta medida también se estaría dando cumplimiento a una demanda creciente de la sociedad mexicana que es la descentralización y desconcentración de las funciones del Estado, hacer realidad en esta materia el mandato de nuestra Constitución de un verdadero federalismo